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CLIMA Y ENERGÍA

El cambio climático es, tal vez, el reto más grande que la humanidad ha enfrentado

 

Afecta cada rincón del planeta: desde los polos hasta las zonas tropicales, desde las montañas hasta los océanos. Las personas y la naturaleza alrededor del mundo ya están sintiendo los efectos de estas variaciones acumuladas durante décadas: las fuentes hídricas se están reduciendo, los eventos climáticos extremos se han incrementado en frecuencia e intensidad, los bosques están ardiendo y las barreras de coral van muriendo.

Los gobiernos y las comunidades buscan unir esfuerzos para actuar porque todavía podemos escapar de las peores consecuencias del cambio climático y construir un futuro más seguro para todos.

Pero necesitamos hacer más y más rápido. Y lo más importante: debemos concentrar nuestros esfuerzos en reemplazar los combustibles fósiles, la mayor causa del cambio climático, por energías limpias y renovables. Además, debemos ayudar a las personas y a la naturaleza a adaptarse a los cambios que están viviendo y que están por venir.

¿Emergencia climática?

La evidencia del cambio climático es clara

 

Desde la revolución industrial las acciones humanas han causado que las temperaturas promedio del planeta se eleven en casi 1ºC. Los niveles de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera son mayores a los registrados en cualquier otro momento de la historia humana y, por si fuera poco, seguirán incrementándose en los próximos años sin que sepamos exactamente en qué cantidad o con qué velocidad.

Los científicos advierten que 1.5ºC de calentamiento tendría efectos catastróficos: desde inundaciones y tormentas hasta sequías y olas de calor que causarían pérdidas económicas y sociales incalculables; el incremento del nivel del mar debido al derretimiento de los polos, que inundaría ciudades costeras e islas; la escasez de agua y las malas cosechas que generarían desabastecimiento de alimentos y movimiento de personas dentro de los países y hacia las fronteras y un daño irreversible a la naturaleza que llevaría a extinciones masivas.

Todo esto podría pasar en el mismo periodo de tiempo de una vida humana, dejando a las futuras generaciones con la obligación de enfrentar la vida en un planeta devastado.

 

© Ogilvy & Mather Sofia

Un camino distinto

El futuro está en nuestras manos

 

El consenso global sobre la necesidad de actuar frente al cambio climático es fuerte y continúa creciendo. El distanciamiento frente al uso de combustibles fósiles ya empezó. Tenemos la tecnología para que todo el planeta funcione con energías limpias y renovables.

Juntos podemos crear un futuro libre de combustibles fósiles y darnos la oportunidad de evitar una catástrofe climática. Así disfrutaremos de un aire más limpio, protegeremos los hábitats de plantas y animales que están amenazados por los desarrollos industriales de petróleo y gas, y dirigiremos a nuestras ciudades hacia procesos bajos en carbono.

Protegiendo, restaurando nuestros bosques y produciendo y consumiendo comida sostenible, haremos una gran contribución al planeta, mientras ayudamos a revertir la pérdida de la naturaleza.

También podemos prepararnos para los impactos que resulten del cambio climático y ayudar a la naturaleza y a las personas a adaptarse al calentamiento global.

 

Nuestras acciones

 

Enfrentar el cambio climático nos involucra a todos, y WWF está en el corazón del movimiento global que promueve un futuro bajo en carbono y resistente al clima. Seguimos siendo positivos, pero también somos realistas sobre el enorme esfuerzo global requerido para enfrentar este desafío.

Presionamos a los gobiernos para establecer políticas más ambiciosas a favor del clima, el desarrollo bajo en carbono, la eficiencia energética y la implementación de fuentes renovables. Trabajamos con instituciones financieras para invertir dinero en soluciones climáticas como tecnologías limpias y restauración de los bosques. Y apoyamos a la industria para reducir sus emisiones de carbono a una escala nunca antes vista.

Al mismo tiempo, trabajamos para reducir el impacto del cambio climático en áreas como la agricultura, los bosques y el agua, protegiendo la naturaleza y ayudando a las personas, desde el Ártico hasta el Antártico, a adaptarse a los cambios que están por llegar.